lunes, 14 de octubre de 2019

Monocromo genero neutro

Monocromo género neutro en el Musac, León


SALA 2
  • 28 de septiembre, 2019 - 12 de enero, 2020
Aino Aalto, Anni Albers, Elena Asins, Gae Aulenti, Jo Baer,  Eve Beglarian, Marianne Brandt, Monika Buch, Trisha Brown, Anna Castelli-Ferrieri, Lygia Clark, Hanne Darboven, Sonia Delaunay Terk, Nanna Ditztel, Irena Dodalová / Karel Dodal, Esther Ferrer, Simone Forti, María Freire, Eileen Gray, Lotte Grunow, Grete Heymann-Marks, Linda Karshan, Christina Kubisch, Evelyn Lambart / Norman McLaren, Teresa Lanceta, Rosalie Mathieu, Rita McBride, Aurélie Nemours, Greta Von Nessen, Amalia Nieto, Emily Noyes Vanderpoel, Pauline Oliveros, Lygia Pape, Charlotte Perriand, Yvonne Rainer, Ana Sacerdote, Lillian Schwartz, Soledad Sevilla, Antonina Sofronova, Loló Soldevilla, Gunta Stölz, Hildegard Westerkamp, Eva Zeisel

Comisariado: Juan Guardiola
Coordinación: Carlos Ordás

lunes, 9 de septiembre de 2019

Teresa Lanceta & Pedro G Romero en Bergen Assembly


INVITASJONER

A cura di Pedro G. Romero
Sacco. El saco de Roma, las crisis de la representación y los flamencos.
CUADRAS/GALLINERO

Bergen Assembley
Entre el 5 de septiembre y el 3 de noviembre de 2019.
Entrada y salida según horarios de la granja.

Un evento para gallinas en la granja
Langegården besøksgård y el espacio del Belgin Bergen en Kode Museum, Bergen, Noruega.




Un trabajo de
Teresa Lanceta & Pedro G. Romero

Con la participación de
Ludovica Manzetti, Matteo Binci, Cinzia Mariani, María García, Nuria Rodríguez, María del Mar Villafranca, Tor Steffen Espedal, Kirsten Wandschneider, Erik Krohn Hansen, Tolga Balci, Anthony Morton, Samuel Mestre, Rafael Marín, Laura Valles, Ester Pegueroles Castellet, Josefa Aragonés Sancho, Albert Benlloch Enguita, Pep Benlloch Serrano, Isabel Carballo Municio, Nuria Enguita Mayo, Carmen Lanceta Aragonés y Félix Molada Mora.

Fotografía de gallinas. Anthony Morton para Teresa Lanceta & Pedro G. Romero, 2019.



Dentro del proyecto “political parties/Asamblea General” curado por María García & Pedro G. Romero para la Bergen Assembley 2019, ACTUALLY, THE DEAD ARE NOT DEAD, un proyecto comisariado por Hans D. Christ and Iris Dressler, con Murat Deha Boduroglu, María García, Hiwa K, Katia Krupennikova, Viktor Neumann, Paul B. Preciado, Pedro G. Romero, Simos Sheikh and Emma Wolukau-Wanambwa.



Bergen Assembley/Kunstvereim Stuttgart.
Real Academia de España en Roma.
AC/E, Acción Cultural Española.




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El punto de partida se encuentra en el relato del historiador bizantino Procopio de Cesarea, que en su De bello vandalico dice así: “Uno de sus eunucos se acercó al emperador Honorio y le dijo que Roma había perecido. Visiblemente impresionado el emperador gritó: Y sin embargo, ha comido de mi mano hace unos instantes!. Porque él tenía una gallina muy grande, su favorita, llamada Roma. El eunuco comprendió la confusión y le dijo que era la ciudad de Roma la que había perecido a manos de Alarico. El emperador, con un suspiro de alivio, respondió rápidamente: Pero yo, mi buen amigo, pensé que era mi gallina Roma la que había perecido. Tan grande, dicen, fue la locura con la que estaba poseído este emperador”. Se refiere al famoso saco de Roma del 410, llevado acabo por los vándalos que dirigía el general Alarico. Edward Gibbon ya tomó precauciones hacía ésta, literalmente, anécdota, que presenta al cristiano Honorio anclado a viejas costumbres paganas, débil, extravagante e idiota, desprecia a Roma, a su senado y a su enemigo Alarico. Pero, cómo diría Viciane Despret la pregunta adecuada es: ¿porqué precisamente gallinas?

Para nuestro propósito han sido interesante las nociones sobre el conocimiento político del espacio en las gallinas descritas por Giorgio Vallortigara en su Cerebro de gallina, un eufemismo italiano para el dicho castellano “cerebro de mosquito”. La medida del espacio tienen que ver con una percepción de comunidad: el movimiento del grupo, la distribución de alimento, el lugar de la puesta de huevos condicionan esa especie de movimiento esquinado propio del caballo del ajedrez. El animote, dice Derrida, debe sumar, a la vez, la zoología y el significado cultural del animal.

La invitación a Teresa Lanceta para este trabajo le atañe de distintos modos: por un lado está la alfombra en el cuadro del pintor australiano John W. Waterhouse, Los favoritos del emperador Honorio (1883), pero también su conocimiento de la Disco Chiken (1988) de Martín Kippenberger; por otro lado, está ese regalo que fue el adagio de Bert Flint en el Museo Tiskiwin de Marrakech, emplumarse es una forma de descolonización; y, finalmente, su frase lapidaria: “mi conciencia política empezó cuando apresaron al Lute y su primer cargo fue por robar gallinas”. Creo que los trabajos de suelo y pared de Teresa Lanceta, sus tapices, siempre han ensayado otra forma de entender el espacio física y simbólicamente, consciente siempre de la necesidad de un nuevo reparto que, en definitiva, es lo que estamos ensayando.

El tapiz que ha realizado Lanceta con las aportaciones de vecinos y amigos que han regalado viejas prendas y lanas sobrantes, está tejido con diversas técnicas aunque sea la jarapa –la confección con trapos y retales- la dominante. Su dibujo parte de algunos suelos geométricos que en Roma albergaron la función legislativa de las gallinas. Lo romanos nos dieron el derecho pero esas leyes, a menudo, debían ser ratificadas por el baile que realizaban unos pollos delante de los augures. Desde los mosaicos de Villa Livia Ad Gallinas Albas hasta el suelo de la Curia Julia, precisamente sede del senado romano en tiempos de Honorio, las gallinas significaron también la democracia plebiscitaria, frente a estas viejas prácticas de adivinación etrusca el Emperador siempre prefirió el moderno auspicio del gallo sacrificado que, siempre en privado, dejaba ver su hígado. Los pollos significaban pares contradictorios: la religión arcaica y la plebe moderna, la sensatez de los viejos senadores y la extravagancia loca del emperador, el paganismo secular y la debilidad de los cristianos; pero lo que a nosotros nos interesa es el suelo mismo que estas contradicciones pisaban.

Nuestros gallineros están llenos de políticos, de filósofos y de idiotas, vaya, las mismas gallinas. Como en Le galline pensierose de Luigi Malerba, las gallinas son el ejemplo idiota. María Zambrano describió bien este caminar en el que la línea recta es desconocida, este bailar continuo rondando siempre alrededor de algo, ese menear pendularmente la cabeza diciendo no se qué y esa expresión, que muchos entienden por bobería o idiotez, es sólo comparable a la alegría del viviente que encuentra a la par, amor y libertad. Siempre es un placer hipnótico observar a las gallinas, nuestro tapiz no tiene otra función que el de una lupa, un instrumental óptico para aumentar los placeres del que se queda mirando. También damos algunos textos y unas hojas de notas en la que poder seguir aumentando el número casi infinito de observaciones.

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The starting point can be found in a story recounted by the Byzantine historian Procopius of Caesarea in his book The Vandal (De Bello Vandalico), which goes like this: "...they say that the Emperor Honorius in Ravenna received the message from one of the eunuchs, evidently a keeper of the poultry, that Rome had perished. And he cried out and said, 'And yet it has just eaten from my hands!' For he had a very large cock, Rome by name; and the eunuch comprehending his words said that it was the city of Rome which had perished at the hands of Alaric, and the emperor with a sigh of relief answered quickly: 'But I thought that my fowl Rome had perished.' So great, they say, was the folly with which this emperor was possessed." Procopius was talking about the famous Sack of Rome by the Visigoths led by King Alaric. The 18th-century historian Edward Gibbon was already sceptical about this literal "anecdote" that portrays the Christian emperor Honorius as a weak, extravagant fool hanging on to old pagan customs and unconcerned with Rome, its Senate, and its enemy Alariac. But as Vinciane Despret would say, the right question is: why chickens?

For our purposes, it was interesting to read about the political awareness of space in the chickens described by Giorgio Vallortigara in his book Cervello di gallina (literally "hen's brain", an Italian euphemism equivalent to "birdbrain"). The dimension of space is linked to the perception of community: the movement of the group, the distribution of food, and the place where eggs are laid, all determine chickens' distinctive angular path, a bit like a knight in a game of chess. The animot, said Derrida, should combine the zoology and the cultural significance of animals.

The invitation to collaborate on this work concerns Teresa Lanceta in various ways: there is of course the carpet in the painting by British artist John W. Waterhouse, The Favourites of the Emperor Honorius (1883), but  there is also her interest in Marin Kippenberger's Disco Chicken (1988), and the gift of Bert Flint's adage at the Tiskwin Museum in Marrakesh, "donning feathers is a form of decolonisation." And there is of course her memorable statement: "my political consciousness was born when El Lute was arrested and his first charge was stealing chickens." I think that Teresa Lanceta's carpets and wall hangings, her tapestries, have always explored a different way of understanding space physically and symbolically, always aware of the need for a new distribution, which is essentially what we are attempting.

The tapestry that Lanceta has made with the old items of clothing and leftover wool offered by friends and neighbours is woven with different techniques, but mainly jarapa, which is crafted from scraps and offcuts. The pattern is based on some of the geometric floors on which chickens performed their legislative duties in ancient Rome. The Romans gave us the legal system, but their laws often had to be ratified by the movements of a group of chickens observed and interpreted by the augur-priests. From the mosaics of Villa of Livia Ad Gallina Albas to the floor of the Curia Julia -the seat of the Roman Senate during the reign of Honorius- chickens also stood for plebiscitary democracy: over these old practices of Etruscan divination, the Emperor preferred the modern augury of the sacrificed rooster which allowed its liver to be examined, always in private. Chickens represented contradictory pairs: archaic religion and the modern plebs, the prudence of the old senators and the crazy extravagance of the Emperor, secular paganism and the weakness of the Christians. But the important thing for us is the floor that these contradictions trod.

Our chicken coops are full of politicians, philosophers, and fools: of chickens, that is. As in Luigi Malerba's  Le galline pensierose, a chicken is supposedly the model fool. María Zambrano gave a good account of that gait in which there are no straight lines, that constant dancing around something, that pendulous swaying of the head saying something or other, and that expression, which is often interpreted as foolishness or idiocy and is only akin to the joy of a living being who has found love and freedom at the same time. It is always a hypnotic pleasure to watch chickens. Our tapestry is only intended as a kind of magnifying glass, an optical instrument to enhance the pleasure of those who stop and look. We also offer a few texts and pages of notes in which to keep adding to the almost infinite number of observations.


martes, 2 de abril de 2019

El juego del arte. Pedagogías, arte y diseño. Exposición en la Fundación Juan March


Fundación Juan March
El juego del arte. 
Pedagogías, arte y diseño.
Del 22 de marzo al 23 de junio





…"El juego del arte. Pedagogías, arte y diseño, una exposición que quiere hacer patente cómo las novedosas pedagogías del siglo XIX más radicalmente basadas en el juego y en la experiencia del "dibujo para todos", inspiradas por el Emilio (1762) de Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) y cuyo destilado más conocido quizá sea el sistema del Kindergarten de Friedrich Froebel (1782-1852), han sido un germen tan eficiente como desatendido del gran cambio introducido en la tradición por el arte moderno, junto con la emulación de la tradición artística (o la ruptura con ella), el conocimiento de otras culturas y épocas o la influencia de la literatura y las corrientes intelectuales del momento. La muestra quiere, pues, hacer visible que la génesis del arte moderno también se encuentra en la infancia de sus protagonistas y en la educación que recibieron".

domingo, 27 de enero de 2019

Salir de la alfombra

Salir de la alfombra de Estrella de Diego
Publicado en El País
25/01/2019







Aspecto de la exposición 'La alfombra española del siglo XV', de Teresa Lanceta.

Fragmento.-
"Lanceta propone, una vez más, el abismo entre productores y consumidores —quienes las hacían y quienes las poseían—, y con su planteamiento político aspira a abrir un camino que lleve al espectador más allá: hasta el Museo de Artes Decorativas o a los cuadros de Berruguete, donde las geometrías moriscas adornan suelos —o altares— católicos y ofrecen esos otros usos de las alfombras"...

domingo, 20 de enero de 2019

La Alfombra Española del Siglo XV

Galería ESPACIO MÍNIMO
Del 26 de enero al 23 de marzo de 2019
Inauguración: Sábado 26 de enero, a partir de las 12h


TERESA LANCETA
La Alfombra Española del Siglo XV


La galería Espacio Mínimo presenta el segundo proyecto individual en su espacio de la artista TERESA LANCETA, que, bajo el título de La Alfombra Española del Siglo XV, engloba piezas de diferentes técnicas -tapices, dibujos y pinturas- y formatos, que ha ido creando a lo largo de las dos últimas décadas, a raíz de la impresión que le producen los ejemplares que alberga la colección del Instituto Valencia de Don Juan en su primera visita y, más tarde, los que se conservan en el Museo de Artes Decorativas de Madrid.

La artista escribe sobre la exposición:

En el siglo XV en Albacete, Toledo y Cuenca había una esplendorosa industria de alfombras de inspiración y ejecución morisca. Las poderosas familias de los grandes señores conquistadores de tierras admiraban y compraban esas alfombras para sus casas palaciegas. De apariencia seria rayana a la tristeza, los pronunciados marcos que constriñen el campo central y la implantación de los escudos heráldicos nos hablan de sometimiento, el de sus creadores y el de la cultura que sustentaban. Hoy, son testimonio de que existía una cultura que brilló con luz propia.

En el transcurrir histórico las composiciones mudéjares fueron retrotrayéndose siendo sustituidas por otros estilos, algunos de los cuales llegaban de Europa. A medida que avanza ese proceso, van perdiéndose la fuerza y la originalidad alcanzadas. Los pintores coetáneos las reprodujeron en sus cuadros: Pedro de Berruguete, Diego de la Cruz o Jorge Inglés, entre otros.

Con La Alfombra Española del siglo XV, he querido sujetar en mi interior el sentimiento que me producen y extender a través de mi trabajo el conocimiento que aún aportan después de tantos siglos. En mis dibujos y pinturas, la ornamentación toma protagonismo en detrimento de la escena religiosa que representan esos pintores, que en mis pinturas se oscurecen hasta casi desaparecer. Los tapices recrean, alterándola, la repetición geométrica usada.

1 Se pueden contemplar en el Museo de Artes Decorativas de Madrid, en el Instituto Valencia de Don Juan, Philadelphia Museum of Art, Museum für Islamische Kunst en Berlín entre tantos otros.



TERESA LANCETA - La Orden de la Banda-multiplicada. 2004

Teresa Lanceta, -escribe Antoni Marí en su texto Teresa no-está del catálogo de la exposición Tejidos marroquíes: Teresa Lanceta (Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, 2000)- como cualquier artista, se inició en la práctica del arte por la persuasión que la obra de otros artistas ejerció sobre su imaginación creadora. En este caso no es la obra de un artista individualizado, el que despertó su creatividad, sino el conjunto de una personalidad colectiva que, entre la multiplicidad de variaciones y alteraciones, fue reconocida como una unidad autónoma y singular que recogía las diversas individualidades en una sola voluntad de expresión.

Sobre su trabajo la comisaria Nuria Enguita escribe en la Introducción del catálogo de su exposición Adiós al rombo, celebrada en 2016 en La Casa Encendida en Madrid y en 2017 en Azkuna Zentroa de Bilbao, lo siguiente:

Desde mediados de los años setenta, tanto en relación con el contexto español como con el catalán, marcados ambos por la pintura y el arte conceptual, Lanceta toma la decisión de tejer como medio de expresión artística, forzando los límites de la comprensión de lo que se considera arte. Y su aproximación al tejido no se produce desde el análisis crítico, sino que empieza en los elementos formales, en lo que los tejidos tienen de original y propio: sus ligamentos, materiales, tradiciones y técnicas.

A mediados de los años ochenta, Lanceta se sumerge en comunidades tejedoras del Atlas Medio y, a través de sus tradiciones textiles -un saber transmitido de generación en generación-, participa del descubrimiento de un arte colectivo que ha facilitado a las personas vivir, comunicarse y permanecer; un arte marcado por un conjunto de normas, temas y hábitos ancestrales cuyo dominio permite la libertad expresiva y la creación, dando cuenta del paso del tiempo, incorporando historias y hechos. Como los hilos cruzados de la urdimbre y la trama, “hacer” y “vivir” comparten un mismo tiempo. En estas tradiciones textiles de pueblos nómadas, los tejidos transcienden su finalidad decorativa y su funcionalidad simbólica; forman parte de un modo de vida, portan un conocimiento común y cotidiano y, como tales, despliegan su poder ornamental y artístico.

(...)

Lanceta ha mostrado que el tejer es una de las herramientas del arte y que está al servicio del alma humana. Y, con ello, ha mostrado que las artes consideradas ornamentales son arte “a secas”, pues implican innovaciones formales que vinculan ideas innovadoras. Este debate entre arte autónomo y arte útil se intensificó en Occidente durante los años ochenta del siglo XX, a partir de exposiciones como “Primitivism” en el MOMA (1984) o “Magiciens de la terre” en el Centro Pompidou (1989), cuando Lanceta llevaba ya más de diez años “tejiendo”.



TERESA LANCETA - La matanza de los inocentes

En el Musée de Céret

 En el Musée d'art de Céret han organizado una exposición sobre mi trabajo desde 1983 hasta la actualidad. La idea y la selección que ha...