domingo, 7 de diciembre de 2008

De nuevo Egipto. Esta vez, LAS PIRÁMIDES

Respondiendo a familiares y amigos.

Sí, la ciudad llega a las pirámides incluso el campo de golf de un hotel de superlujo limita con el vallado que las bordea. No obstante, el sueño romántico de las pirámides en el desierto, sobre las dunas y la arena amarilla pervive en gran parte de su perímetro y, si damos la espalda al noreste, por donde avanzan las construcciones, podemos recuperar esa visión. Pero, a pesar de la imagen tradicional grabada en nuestro más profundo interior, la emoción de verla ahí emergiendo sobre las calles, casi cercada por la vida cotidiana de la ciudad, el tráfico y las casas, es fuerte y sorprende. Son demasiado potentes y están demasiado metidas en nuestro inconsciente como para que no nos sigan atrapando.











2 comentarios:

CarmeLa dijo...

Guauuu!!! Las pirámides parecen montañas picudas brotando en el horizonte. Increíble!!!
Buenas fotos, nunca antes había visto las pirámides desde esta perspectiva.
C

Anónimo dijo...

Si la verdad es que impresionan, aunque estén al ladito de la calle y el tráfico; del otro lado todavía te puedes creer que estás en el desierto, descubriéndolas.
Hola Teresa, hoy estáis de inauguración. Lástima que la página de la Lonja no muestre nada de vuestro trabajo, me hubiese gustado ir y verte.
Un beso muy especial
Elena

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