Actualmente Auto de fe pierde su primitiva función y se convierte, por el contrario, en testimonio de crueles sucesos, manifestando la despiadada actuación de la Inquisición española y su violenta justicia.
Cómo llegué a convertir a un joven de belleza sublimada que espera su ajusticiamiento al amanecer en un poeta rebelde combatiente por la causa irlandesa todavía me lo pregunto, porque en realidad el joven Payne no es un poeta, sino un confederado de Alabama que apuñaló al secretario de Estado de los EUA dentro de la conspiración que acabó con la vida de Lincoln.
Los jardines del antiguo hospital de la Santa Cruz son un espacio amplio, lleno de árboles y parterres con flores. Durante el día están abiertos a un variopinto público. En recovecos escondidos se bebe barato, la droga corre en exceso y algunos duermevelan mientras sufren los avatares de su mala fortuna. Naranjos, jacarandas y rosas blancas silvestres de pétalos escasos en simetría con su entorno, frágiles pétalos que se deshojan con una leve corriente de aire.
«Que la vida iba en serio» lo vislumbras brevemente en efímeros instantes mucho antes de que te la juegues, como aquel domingo por la tarde en que mis padres me dieron un dinero inesperado para ir a comprar chucherías.
Una joven sostiene un armiño en un cuadro de Leonardo da Vinci. Es el último armiño vivo en la historia del arte; desde entonces, los armiños aparecen despellejados para la ostentación del poder. Como en los cuentos, los lucen desaprensivos reyes Midas.
Les imatges recurrents (1ª sessió)
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