No sé si lograrán comer muchas lechugas, tomates o nísperos pero, desde luego, han conseguido hacer poesía en la calle. Han conseguido, además, ganarse una merecida tregua en la ardua conquista de un lugar donde vivir y que los vecinos vean, disfruten y se asombren de que de la dura roca amarilla donde se asienta Alicante nazca algo verde donde compartir la tarde.
1 comentario:
En Barcelona, en pleno barrio de Gracia, existe un huerto similar. Allí los vecinos pueden entrar y colaborar en el proyecto. El huerto empezó poco a poco, pero ahora mismo ya existe hasta una zona para juegos infantiles (por si vas con un niño pequeño...)
Excelente idea, porque supone recuperar un poco de terreno a la ciudad.
Carmen
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